Motivar es fácil cuando las condiciones son favorables pero, ¿y cuándo las condiciones son las peores? ¿Funcionan las mismas cosas?
Es un reto: ¿Cómo enseñar al que no quiere aprender, o al menos, cómo ilusionarle a través del conocimiento?
Y en cuanto al docente, ¿cómo no dejarse llevar por el desánimo, cómo mantener la ilusión? Todas estas son preguntas que, quién sabe si encontrarán respuesta en este Blog.
¿Me sigues?
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